jueves, 10 de diciembre de 2009

Profunda soledad de una América Latina

Un Buque de Independencia
Cuando navegamos en tan profundo tema, vemos que América Latina es un mar de interesantes significados, una ola de sensaciones y vivencias que jamás ningún otro habitante en el mundo querría mas canjear. Una sociedad que a menudo se describe como polizón encubierto de una sistémica barca, donde el orgullo y el amor de patria bajan la vela para conquistar su particular frontera en un océano pasivo de costas punzadas por la identidad de una escuela.

Motivados por la chispa que nos caracteriza, iniciamos juntos un camino del perfeccionamiento súbito, ese que nos levanta muy temprano en la mañana y nos muestra la otra cara del mundo a través del trabajo, porque no solo este es el que nos aproxima a las metas mismas, sino que nos adosa a la participación en una sociedad de coraje y poder.
Diariamente llevamos nuestros retos y maletas individuales a la cúspide de la montaña, pero solo unas pocas veces analizamos la distancia que existe entre ellas y nosotros, un risco que abarca el pensamiento en una gran imagen con tantos verdes como azules que se mantienen en pie en el instante y lugar, una realidad subterránea de un pasado pensado en el secreto.

Frente al tiempo hemos sido conejitos, mientras los aprendices de labor
atorios nórdicos preparan nuestra posión de dudoso perfil en el cálculo de dosis necesarias para singular intención, llevando minuto a minuto el conteo de un brebaje en pro de las relaciones sociales, compuestas por trozos de la historia que nos unen en el gen de la paz y la sanguinidad. Manchas que aparecen con el tiempo en las pieles de las creaciones económicas, tatuajes dérmicos que buscan distraer al conejo con una bolita de lana. muerta, cuando hablar de ellos es mirar hacia abajo un camino empedrado momificado en la esencia sublime de la acción y el empuje. Disfrutar desde un diminuto hueco las realidades que asemejan un continente lleno color en sus procesos pausados, sus costumbres modernas envidiadas en la manera irónica de la práctica y la existencia, una ¨in-seguridad¨ que nos aleja entre hermanos y que poco a poco fronteriza los derechos de empezar.


De que sirve tener paisajes hermosos que nos enorgullecen de la palabra

Con el cielo un poco despejado finalmente se llega al muelle. Incomodidad de patria debe ser su sensación repentina, sin embargo la parada esta lista para cortar las barreras que existen entre un tercer y un primer mundo en búsqueda de ser definido desde la historia según Alfred Sauvy en 1952, un planeta desconocido que bajo el radar satelital de la Nasa buscaría el perfil original de un mundo habitado por humanos en mejores condiciones. Aquella dirección que pretendiera definir la ubicación un sistema social de derechos libre física y espiritualmente donde pudiera hamacarse en la nube de la opinión.

Pie en tierra y aísla el origen; un saludo Americano, un desayuno Americano y hasta un sentimiento Americano es lo que desinteresa al marino con raíces egoístas de la molestia efímera de caja sobre cajas.

Pero es allí donde se re construye en el presente, la meditación del futuro que como síntoma de malestar agobia el sistema inmunológico del la añoranza, despertando en si las imperfecciones de la estulticia y mostrando claramente la conciencia en el cuidado previo de la razón. Recordando siempre que la mejor vacuna contra la indiferencia es la misma que podría dejarnos libres de la extensa jungla de nuestras identificaciones.

Dianna Pardo
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